Castillo de Galve

Historia

La historia del castillo de Galve de Sorbe está íntimamente ligada a la propia historia del Reino de Castilla, que debe precisamente su nombre, a la gran cantidad de esas construcciones que se dispersaban por su territorio. Las tierras que lo rodean, fueron frontera entre dos mundos muy diferentes que lucharon por defender durante siglos su supremacía en la Península.

LA TORRE

Hoy en día se puede seguir apreciando la gran riqueza constructiva del castillo de Galve de Sorbe. La torre del homenaje en su conjunto y la gran variedad de detalles y ornamentos como los escudos de los Zúñiga, las aspilleras o los matacanes, hacen del de Galve de Sorbe un maravilloso exponente de la arquitectura defensiva del Siglo XV.

“(…) la más bella de todas las torres señoriales que perduran en los desmochados castillos de la provincia."

Layna Serrano, F. (1993). Castillos de Guadalajara. Guadalajara, España: Aache Ediciones.

MARCAS DE CANTERO

Las marcas de cantero son signos o figuras que durante la Antigüedad y Edad Media grababan los canteros sobre los sillares , utilizando normalmente un cincel fino. Se engloban dentro de los signos lapidarios, y la disciplina que se encarga de su estudio se denomina Gliptografía.

Durante los últimos trabajos de conservación realizados en el castillo de Galve de Sorbe se ha conseguido descubrir abundante número de símbolos, varios de ellos coincidentes con los de otras construcciones medievales de la península.

La teoría más aceptada entre los historiadores es que se trata de marcas realizadas por los canteros para diferenciar el trabajo realizado por cada uno, aunque también podrían indicar la cantera de procedencia de la piedra, la posición de los sillares, el maestro cantero o la logia principal.

El Castillo de Galve de Sorbe se encuentra en un entorno único y privilegiado, al situarse dentro del Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, a escasos minutos del Hayedo de Tejera Negra, Patrimonio de la Humanidad de la Unesco desde 2017.

Muestra de ello, en el vecino pueblo de Campisábalos, se detectó recientemente el aire más puro de toda España y uno de los tres más limpios de todo el mundo, junto a otras dos poblaciones, una en Finlandia y otra en Canadá.

Toda la zona destaca por sus interesantísimas formaciones geológicas y actividades al aire libre que van desde el senderismo o las rutas en bicicleta, a la recolección de setas, especialmente el Boletus Edulis y la seta de cardo. En toda la región es fácil contemplar buitres leonados, águilas reales, milanos, corzos, jabalíes y zorros.

En el pueblo de Galve de Sorbe es interesante visitar, además del imponente castillo, las ermitas de San Antón, de la Virgen de la Soledad y de Nuestra Señora del Pinar, así como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción (SXVI), todas de delicada belleza.

Sus dos picotas medievales, vestigio de su pasado como Villa, la fuente antigua de cuatro caños, sus casonas de piedra y el Ayuntamiento con los clásicos soportales castellanos, conforman un conjunto de obligada visita.

A tan solo 17 km del castillo se encuentra el yacimiento arqueológico de Tiermes, recuerdo de las culturas celtíberas y romanas asentadas en la zona, y donde también se puede visitar su ermita románica.

Entre las medievales Atienza y Ayllón, Galve de Sorbe se encuentra dentro de la magnífica ruta del Románico Rural de Guadalajara, que cuenta con bellísimas iglesias como las de Villacádima, Campisábalos con su célebre mensario, o Albendiego, todas ellas auténticas joyas del Románico de los Siglos XII y XIII. Desde las inmediaciones, además, se puede iniciar la Ruta de los Pueblos Negros y sus maravillosas construcciones de pizarra.